Viviendo en amor

Viviendo en el amor de Dios

Una serie de mandatos para permanecer en la fe cristiana frente a la apostasía.

«Pero vosotros, amados, edificándoos sobre vuestra santísima fe, orando en el Espíritu Santo, conservaos en el amor de Dios, esperando la misericordia de nuestro Señor Jesucristo para vida eterna.»  Judas 1:20-21

Judas, en su breve carta, nos da una clara advertencia a fin de tener cuidado de los apóstatas y nos exhorta a que contendamos ardientemente por la fe (v.3). Esta advertencia es aplicable a todos los creyentes de todo tiempo y lugar debido a que todos estamos sujetos a caer en errores doctrinales y prácticos.

Por ello se nos da una serie de preceptos para evitar la apostasía, pues en el gnósticismo que estaba surgiendo, contra los que Judas advirtió, negaban el señorío de Cristo (v. 4), ejercitaban una licenciosa conducta pecaminosa (vv. 4, 8, 16), se rebelaban contra la autoridad (vv. 8, 11, 18), estaban entregados a sus propios deseos (vv. 16, 19), vivían preocupados sólo de autogratificarse (vv. 11–12, 16), eran divisionistas (v. 19), criticones (v. 16) y orgullosos (v. 16). Estos son algunos de estos mandatos:

  • Edificarnos sobre nuestra santísima fe.

Nos vamos edificando de forma personal en el progreso del conocimiento de la fe que nos es dada a los creyentes (v. 3) y que encontramos en Las Sagradas Escrituras para estudiarla, meditarla, memorizarla y aplicarla bien. Hechos 20:32 «Y ahora, hermanos, os encomiendo a Dios, y a la palabra de su gracia, que tiene poder para sobreedificaros y daros herencia con todos los santificados.»

  • Orar en el Espíritu Santo.

Orar por medio del Espíritu Santo (Efesios 6:18), el cual nos ayuda guiándonos en la oración, como nos dice la Palabra en Romanos 8:26. Por tanto cuando oremos, dejemos que el Espíritu Santo nos dirija en oración, no tanto por las palabras que decimos, ni quiere decir que es hablar en lenguas, sino por cómo estamos orando. 1 Corintios 14:15 «¿Qué, pues? Oraré con el espíritu, pero oraré también con el entendimiento; cantaré con el espíritu, pero cantaré también con el entendimiento.»

  • Esperar la misericordia de nuestro Señor Jesucristo para vida eterna.

Aguardar el retorno de Cristo por su iglesia, esperando el rapto que será la evidencia consumadora de su misericordia para la vida eterna y el disfrute de la misma para siempre en la presencia de Dios. 1 Pedro 1:13  «Por tanto, ceñid los lomos de vuestro entendimiento, sed sobrios, y esperad por completo en la gracia que se os traerá cuando Jesucristo sea manifestado;»

  • Conservarnos en el amor de Dios.

Conservarse es mantenerse igual a lo largo del tiempo, y esto se produce en base a edificarse alimentándose con su Palabra y viviéndola, con una comunión íntima en oración y confiando en sus promesas esperando su cumplimiento, engloba las tres anteriores. Por tanto permanecer en el amor de Dios es recordar constantemente el amor del Señor por nosotros obedeciendo su Palabra. Juan 15:9-10 «Como el Padre me ha amado, así también yo os he amado; permaneced en mi amor. Si guardareis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor; así como yo he guardado los mandamientos de mi Padre, y permanezco en su amor.»

A partir del día de hoy cuídate de la apostasía, alimentándote y confiando en la Palabra del Señor para que a través de su conocimiento no caigas en errores doctrinales, déjate guiar por el Espíritu Santo en tus oraciones y permanece en el amor de Dios a fin de que no falles en prácticas tales como la permanencia en el pecado, la falta de sometimiento, mansedumbre y humildad, vivir una vida egoísta y hedonista, y actitudes que provocan división, crítica y orgullo, pues todo ello apóstata de la fe que profesas.

Autor: David Ibarra Avendaño
           david@laluzdelavida.com