La fidelidad de Dios ♥
Un atributo de Dios es su fidelidad, de modo que podemos estar plenamente confiados que cumplirá su Palabra.
«Mantengamos firme, sin fluctuar, la profesión de nuestra esperanza, porque fiel es el que prometió.» Hebreos 10:23 RVR1960
La fidelidad es la lealtad al cumplimiento de lo que se ha establecido. Dios es un Dios de pactos, de promesas, de advertencias, de verdad y por tanto cumplió, cumple y cumplirá con su Palabra.
Vemos como la fidelidad de Dios es uno de sus atributos que destaca en las Escrituras, donde el Señor realiza aquello que ha dicho, llevando a cabo el pacto que estableció con su pueblo, así como también ejecutando las amenazas de las que fueron advertidos. Deuteronomio 7:9 «Conoce, pues, que Jehová tu Dios es Dios, Dios fiel, que guarda el pacto y la misericordia a los que le aman y guardan sus mandamientos, hasta mil generaciones;»
En la carta a los Hebreos se nos insta a que nos mantengamos firmes en la esperanza que tenemos que aquel que cree en Jesucristo será salvo y libre de culpa (1 Juan 1:9). El sacrificio del Señor Jesús nos limpia de todo pecado (v. 22) y nos permite acercarnos a Dios en una íntima relación (v. 19). Y podemos estar plenamente confiados que así será pues es la promesa de Dios, y Dios es fiel.
Pero el Señor también demanda de nosotros una fidelidad a guardar sus mandamientos, siendo este un aspecto del fruto de haber recibido el Espíritu Santo, el cual nos ayuda a ser fieles hasta la muerte (Apocalipsis 2:10). Sin embargo aquel que permanece y persevera en el pecado después de conocer el evangelio está despreciando al hijo de Dios y el sacrificio que hizo para que pudiera ser salvo (v. 26-29).
A partir de hoy, estés pasando por lo que estés pasando, ten plena confianza en la Palabra de Dios, en sus promesas, y en que si crees en Jesús como tú Señor y Salvador tendrás vida eterna, gozas de una íntima relación con Dios y tienes el Espíritu Santo el cual obra en tu vida y te ayuda a que te apartes del pecado y tengas una vida en santidad consagrada a Dios. Y si todavía no has creído las Buenas Nuevas del Señor, ¿qué estás esperando?
Hay un himno de Tomás Obadiah Chisholm que realza este atributo de Dios, su fidelidad, y dice así:
¡Oh, tu fidelidad!
Oh, Dios eterno, tu misericordia,
Ni una sombra de duda tendrá;
Tu compasión y bondad nunca fallan,
Y por los siglos el mismo serás.
Coro:
¡Oh, tu fidelidad! ¡Oh, tu fidelidad!
Cada momento la veo en mí.
Nada me falta, pues todo provees,
¡Grande, Señor, es tu fidelidad!
La noche oscura, el sol y la luna,
Las estaciones del año también,
Unen su canto cual fieles criaturas,
Porque eres bueno, por siempre eres fiel.
Tú me perdonas, me impartes el gozo,
Tierno me guías por sendas de paz; Autor: David Ibarra
Eres mi fuerza, mi fe, mi reposo, david@laluzdelavida.com
Y por los siglos mi Padre serás.